jueves, 23 de julio de 2015

Diferencias entre Artrosis y Artitris

Hoy vamos a hablar de dos patologías que aunque suenan parecidas, no tienen nada que ver; veamos brevemente las diferencias entre la artrosis y artritis


La Artrosis se debe a un desgaste del cartílago, tejido que hace de amortiguador protegiendo los extremos de los huesos y que favorece el movimiento de la articulación; por tanto, es una enfermedad que generalmente se inicia en la edad avanzada.

La Artrosis se manifiesta principalmente en manos, columna, rodillas, pies y caderas.

El síntoma principal es dolor “mecánico”, es decir, empeora cuando se mueve o sobrecarga la articulación y mejora con el reposo.

Cuando hay afectación de las articulaciones de carga (Tobillos, rodillas, caderas y columna), el paciente suele referir dolor mecánico en los primeros momentos tras el reposo prolongado (al levantarse, por ejemplo) porque hay RIGIDEZ en la articulación debido a la incongruencia articular (causado por el desgaste del cartílago).

NO hay signos inflamatorios.



La Artritis se caracteriza por dolor, rigidez, deformidad y limitación de los movimientos en las articulaciones. En este caso SÍ hay una INFLAMACIÓN clara de la sinovial (articulación), y por tanto el paciente suele referir dolor en reposo. No obstante, también puede aparecer rigidez articular ocasionalmente, durante la mañana (alrededor de 1 hora o más) y tras períodos prolongados.

Por regla general comienza en las pequeñas articulaciones de los dedos, manos y muñecas pero también puede aparecer en cualquier parte.

Suele aparecer de forma simétrica, por ejemplo, tanto mano izquierda como derecha, y normalmente afecta a varias articulaciones a la vez.


Puede aparecer en cualquier momento de la vida.

A continuación, hacemos un inciso para diferenciar la artritis común de la artritis reumatoide:


La artritis “común” se debe a una infamación de la articulación sin más y que, generalmente se produce tras un traumatismo.

La artritis reumatoide es una enfermedad degenerativa autoinmune (el sistema inmunitario ataca a las sinoviales).



TRATAMIENTO DE LA ARTRITIS Y LA ARTROSIS CON FISIOTERAPIA

El tratamiento con fisioterapia tanto en artrosis como en la artritis suele ser muy beneficioso. Sin embargo, tanto en la artritis reumatoide como en la artrosis, partimos de que son enfermedades degenerativas y por tanto, nunca se producirá la curación completa.

No obstante, nos centraremos principalmente a disminuir los síntomas de inflamación, rigidez, etc… y ayudaremos al paciente a sobrellevar esta enfermedad.

La artritis postraumática es una patología puntual y con la fisioterapia se podrá curar completamente.

Otras terapias como la ACUPUNTURA también ayudarán en el proceso de recuperación y curación de todas estas patologías degenerativas.

En Fisioterapia y Osteopatía P.Mora estamos a su disposición y tratamos todo este tipo de patologías. Para cualquier aclaración no dude en consultarnos.

lunes, 13 de julio de 2015

Conoce los secretos del Kinesiotaping

Ya en pleno verano. Hoy os compartimos un artículo muy interesante sobre el kinesiotaping, muy demandado actualmente. En este artículo publicado en la web especializada para aficionados del RUNNING nos explica bastante bien las funciones del vendaje neuromuscular... para qué sirve es nuevo concepto de vendajes, ¿es solo una moda pasajera?...



Esperamos que os guste!!

Os dejamos el enlace para que podais leerlo.
http://www.runners.es/nutricion-salud/articulo/conoce-los-secretos-del-kinesiotaping-vendaje-neuromuscular

miércoles, 24 de junio de 2015

La relación entre el HÍGADO y el dolor de hombro derecho

Muchos dolores y limitaciones que se manifiestan en músculos, articulaciones y otras estructuras del cuerpo no tienen su origen en la propia estructura, sino que su causa se encuentra en alguna víscera u órgano que no está funcionando de manera óptima.

Es fundamental identificar estos dolores referidos ya que modifican por completo el tratamiento a seguir y que la terapia tenga éxito.


La explicación para que aparezca un dolor referido es que la los nervios que recogen información de las vísceras conectan con las mismas neuronas que los impulsos procedentes de terminaciones nerviosas de piel y músculos.  Esta información de dolor converge en la médula y el cuerpo no sabe percibir de donde procede.

Un ejemplo claro de ello son las patologías del hombro izquierdo: cuando alguien ha sufrido un infarto de miocárdio o una angina de pecho siempre han descrito previamente dolores en hombro y codo izquierdos, llegándolos a confundir con un problema mecánico, posibles tendinitis.

La relación hombro derecho-hígado radica, en parte, en los importantes elementos de fijación del hígado (ligamentos y fascias), la inervación del propio órgano (a través de fibras simpáticas del Plexo Solar y parasimpáticas del Nervio Vago), la inervación de la cápsula que lo envuelve (nervio frénico) y su íntimo contacto con el diafragma; todo esto explica este origen del dolor de hombro derecho o del trapecio derecho.

El dolor del hombro derecho, sin previo traumatismo aparente, puede estar asociado a una disfunción hepática.


Debido a que el hígado es el encargado de funciones importantísimas en nuestro organismo como son la digestión de los alimentos y el procesamiento de multitud de sustancias (transforma sustancias propias, generadas por el cuerpo o bien procedentes del exterior, ya sea para formar otras moléculas nuevas o bien para eliminarlas), también tendremos en cuenta las dietas de los pacientes (con exceso de carbohidratos o grasas), exceso de ingesta de alcohol, ingesta de determinados fármacos, desequilibrios hormonales,… Es por ello que sospecharemos de una mala función hepática.

En la entrevista y exploración previa al tratamiento, estos pacientes con dolor de hombro derecho presentan una gran variedad de síntomas fisiológicos que nos pueden orientar hacia la necesidad de abordar la sobrecarga hepática: dificultades para asimilar alimentos; dolores de cabeza durante la digestión; boca pastosa, blancuzca o amarillenta; sabor amargo en la boca; hinchazón de vientre; acumulación de gases; nauseas; vértigo; piel amarillenta; cutis graso, granos, caspa, caída del cabello; migrañas y cefaleas; insomnio en las primeras horas de la noche; síndrome premenstrual; fatiga muscular; problemas de visión,...

Todo ello nos indicará que pueda existir una posible afectación hepática (no es necesario que sea una patología grave) como puede ser transaminasas altas, colesterol, piedras en la vesícula, etc…, debemos sospechar de una posible relación entre la lesión y dicha víscera.

Por otro lado, hemos de tener en cuenta la estrecha relación que existe entre este órgano y nuestra psique, las emociones. La rabia, la cólera y la contrariedad son emociones típicas en las alteraciones hepáticas y retroalimentan estos problemas (las emociones están mediadas por neurotransmisores y hormonas que demandan mayor trabajo al hígado).

El tratamiento destinado a aliviar dicho dolor del hombro partiría de técnicas estructurales y viscerales (Osteopatía estructural y visceral) sobre el hígado. Puede ser necesario manipular la zona vertebral correspondiente a su inervación ortosimpática y a la vez reequilibrar la inervación parasimpática para relajar dicho órgano. También podemos emplear técnicas dirigidas a las fascias y los medios de unión que unen hígado con el hombro derecho.

Como complemento, recomendaremos al paciente la mejora cualitativa de la alimentación del paciente, con nuevos hábitos nutricionales y así favorecer el trabajo de desintoxicación hepática, normalización de sus funciones y optimización del metabolismo.

Todo esto no significa que todo dolor en hombro derecho tenga que deber su causalidad a una disfunción hepática, pero sí es importante hacer un diagnóstico diferencial y tenerlo en cuenta. 

En Fisioterapia y Osteopatía P. Mora podrá comsultarnos cualquier duda y le valoraremos cualquier tipo de lesión.


lunes, 15 de junio de 2015

BENEFICIOS DEL TRABAJO COMBINADO DE FISIOTERAPIA Y ACUPUNTURA

Fisioterapia y Acupuntura


¡Hola a todos! Desde hace un mes hemos comenzado a introducir en nuestros tratamientos la posibilidad de recuperar patologías y dolencias con acupuntura.

Trabajamos con acupuntura aplicada a la fisioterapia, es decir, seguimos trabajando con fisioterapia y osteopatía como base, con los test propios de nuestra profesión para llegar a un buen diagnóstico, y después si creemos oportuno y que la alternativa de la acupuntura puede ayudar, se lo explicamos al paciente y si éste accede, lo aplicamos, siempre bajo su consentimiento informado.

Os contamos un poquito en qué consiste este tipo de terapia.

La acupuntura consiste en producir, mediante estimulación periférica, una respuesta de los sistemas nervioso central, inmunológico y endocrino (neuroinmunomodulación), a través de agujas insertadas en determinados puntos del cuerpo del paciente.

¿Cómo funciona la acupuntura?

La energía de una persona que goza de buena salud y vive saludablemente circula de forma armoniosa gracias al Yin y el Yang (energía y sangre). Cualquier desequilibrio produce “atascos”, ya sea mediante vacíos, disminuciones energéticas o aumentos en exceso. Esto se traduce en síntomas, dolores, insomnio… Los acupuntores estiman que el revestimiento cutáneo (especialmente la piel) se comporta como una gigantesca terminación nerviosa que transforma los estímulos externos provocados por las agujas en señales internas que generan reacciones. De este modo, las agujas se clavan en puntos precisos que corresponden a territorios muy bien determinados.

Los puntos se sitúan a lo largo de las líneas de fuerza, los meridianos, que recorren el cuerpo dibujando una verdadera cartografía de los órganos, además de trazar una línea externa; se trata de puntos localizados por dolores en articulaciones, por ejemplo. De la selección de estos puntos y de cómo se clavan las agujas, junto con el diagnóstico energético en cada caso, depende el reequilibrio del Yin y el Yang, que sucede por la dispersión o la tonificación de los puntos.

La terapia acupuntural alivia el dolor musculoesquelético y articular y, junto con el tratamiento fisioterápico, consigue mejorar la calidad de vida de muchas personas, así como acelerar la recuperación tras ciertas lesiones.

Una revisión de estudios realizada en el Reino Unido, publicada en el número de septiembre de la revista Osteoarthritis and Cartilage, la reconoce como “uno de los tratamientos físicos más eficaces para aliviar el dolor de la osteoartritis de rodilla a corto plazo”.

Electroacupuntura

También se ha demostrado, en su variedad, la aplicación de una corriente eléctrica a las agujas, la electroacupuntura, un tipo de corriente que contribuirá a la estimulación de dichos puntos y a su vez producir analgesia en la zona tratada.

Desde mayo de 2015, en Fisioterapia y Osteopatía P.Mora trabajamos con acupuntura en Colmenar Viejo obteniendo resultados muy positivos. ¡Consúltenos!

martes, 19 de mayo de 2015

IMPORTANCIA DEL TIPO DE PISADA EN LOS DEPORTISTAS

Esta vez voy a hablar de la importancia del tipo de pisada en el deporte.


Previamente haré un pequeño inciso de la importancia de la pisada en condiciones normales, bien seamos deportistas o no.

Al igual que si una casa se empieza a construir desde abajo, desde los cimientos, con la pisada ocurre lo mismo. Si una edificación cualquiera no tiene un buen asentamiento de base, en un futuro nos podremos encontrar con problemas. En las personas, si tienen una pisada desfavorable, podrán sufrir dolores y disfunciones a muchos niveles puesto que la postura del individuo dependerá de ella en un gran porcentaje.

Por ejemplo, una pisada muy pronadora, o lo que es lo mismo un pie valgo o plano, provocará más acortamiento en toda su cadena muscular postero-lateral a nivel de miembros inferiores, problemas a nivel de toda la columna y esto ascenderá hasta nivel craneal, dando problemas a nivel de cabeza, como pueden ser cefaleas, y/o problemas en la ATM (problemas en la articulación temporo-mandibular).

Veamos cuáles son los tres tipos de pisada que podemos encontrar:

Pie valgo, pisada pronadora:

En estático, desde una visión posterior vemos que la línea vertical del talón no coincide con la del tendón de Aquiles, dando lugar a una angulación lateral externa. También suele caer el medio pie (puente) y se apoya más en el primer dedo. A la hora de caminar, en condiciones normales, la pronación hace que el pie se incline hacia su zona interna. El problema empieza cuando dicha inclinación es superior a lo que se estima como normal, lo que se conoce como sobrepronación.

Como puntualización, decir que en las mujeres es más típico encontrar este tipo de pisada puesto que anatómicamente, debido a que su pelvis es más grande que la del hombre, preparada para la concepción, sus angulaciones respecto al fémur son diferentes y por tanto tienden a pronar más.

Pie cabo, pisada supinadora:

En estático, la línea del talón tampoco coincide con la del tendón de Aquiles. Aquí, la angulación se produce hacia el interior del pie. El mayor apoyo es en toda la parte lateral externa del pie (5º dedo).

Pie neutro, pisada neutra:

En tercer lugar, el pie neutro, también conocido como pie universal o pie normal, es aquel que no suele ejercer movimiento ni hacia dentro ni hacia fuera cuando pisa. En estático, la línea vertical del talón se continúa con la del tendón de Aquiles. Cuando una persona tiene un pie neutro, camina como si tuviera un desplazamiento lineal, ya que tanto el primer impacto al pisar (en el talón), como el segundo de apoyo, se hacen en una especie de línea recta virtual.




En el deporte, todo esto se acentúa mucho más. Suele producirse una pronación natural en condiciones normales; el problema es cuando hay una hiperpronación o supinación (no tan habitual).

Si no se lleva un calzado adecuado al tipo de pisada podremos dar lugar a muchas lesiones. De hecho, un 80% de los problemas de rodilla se deben a una mala pisada. Por ejemplo, la rodilla del corredor, de la que ya hablé en otro artículo anteriormente, se da sobre todo en corredores con pisada hiperpronadora.

Como fisioterapeuta y runner principiante os recomiendo un buen estudio de la pisada.  


Actualmente existen numerosas tiendas en las que para la prueba dinámica te graban durante 1 minuto corriendo y luego en base a tu pisada te recomiendan cuáles serían las mejores zapatillas para ti. Si eres neutro tendrás que llevar una zapatilla neutra. Si eres hiperpronador te darán una zapatilla para pronadores (están ligeramente elevadas por su parte interna) y lo contrario para los supinadores.

Desde mi experiencia, después de haber padecido una lesión del corredor durante un mes, os aseguro que esto mejora notablemente. A pesar de ser conocedora de ello, pequé de no hacerme un estudio de la pisada en dinámico antes de comprar mis primeras zapatillas. Me fie de mi estática: como en estático tengo una pisada neutra, pues compré zapatillas neutras. A los dos meses empecé con la famosa lesión de la cintilla iliotibial (lesión del corredor). Tras el reposo pertinente y tratamiento con fisioterapia y osteopatía, mejoraba. Sin embargo, al volver a correr, recaía. Hasta que me hice dicho estudio y me dieron unas zapatillas para corregir mi hiperpronación que tenía al correr.

No obstante, lo mejor es acudir a un buen centro de podología en el que se haga un estudio tanto en estático como en dinámico en el que se vean las diferentes presiones de ambos pies y hacer unas buenas plantillas adaptadas a uno mismo, y llevarlas con zapatillas neutras. Sobre todo, es mucho más recomendable, si ya en estático eres pronador o supinador.

Por supuesto, no olvidemos llevar unas buenas zapatillas con una buena amortiguación para los impactos, bien sean neutras, pronadoras o supinadoras.

Para los no deportistas, está claro que como ya he dicho anteriormente, si hay una pisada incorrecta y muy severa deberán llevar plantillas siempre en todo el calzado; en este caso, no será tan necesario el estudio dinámico, aunque si se realiza, mejor.

También es importante descartar dismetrías de miembros inferiores que igualmente provocarán desequilibrios y por tanto favorecerán la aparición de lesiones.

En Fisioterapia y Osteopatía P.Mora tratamos cualquier tipo de lesión deportiva y en caso de valorar una mala pisada, te aconsejaremos qué sería lo mejor para tu recuperación y recomendarte centros en caso de necesitar un buen estudio de la pisada. ¡No dude en contactar con nosotros!

sábado, 28 de marzo de 2015

Tendinopatía o tendinitis del manguito rotador

SÍNDROME O TENDINITIS DEL MANGUITO ROTADOR O BURSITIS SUBACROMIAL


Hoy os vamos a hablar de una lesión de hombro muy típica: la tendinopatía o tendinitis del manguito rotador o síndrome subacromial.

¿Qué es el manguito rotador?


El manguito de los rotadores está formado por un conjunto de músculos y tendones que proporcionan estabilidad al hombro, y por supuesto encargados de ciertos movimientos de la articulación. Los tendones son cuerdas de tejido resistente que conectan los músculos a los huesos. Todos estos músculos conectan la escápula con la cabeza del húmero, formando un “tendón común” en la articulación y por tanto dan estabilidad al hombro ya que mantienen la cabeza del húmero dentro de la cavidad glenoidea de la escápula. Este manguito se continúa con la cápsula de la articulación del hombro.

Dichos tendones que conforman dicha estructura son los de los músculos supraespinoso, infraespinoso, subescapular y redondo menor, encargados principalmente de los movimientos de las rotaciones (externa e interna del hombro).





¿Qué es la tendinitis del manguito rotador?

En síndrome subacromial y tendinopatía del manguito rotador se inflama la bursa (bolsa) que es una almohadilla localizada entre los tendones y el acromion (parte más lateral de la escápula) evitando el roce entre ambos.

Cuando esta bolsa se inflama por distintas razones, aumenta el líquido dentro de ella y los tendones se ven comprimidos contra el acromion, y por tanto los tendones se inflaman; esto sucede previamente en la fase aguda. Si esta lesión no se trata a tiempo podrá cronificarse y entonces el tendón quedará “engrosado”, y al final pueden dar lugar a otras complicaciones: calcificaciones, roturas,… e incluso una impotencia funcional importante, el HOMBRO CONGELADO, en el que ya hay una gran limitación articular.


¿Qué causa la tendinitis del manguito rotador?
  • Uso excesivo: Esto sucede cuando se tiene demasiada actividad con el hombro. Por lo general le ocurre a los atletas, como los pítchers de béibol, nadadores y jugadores de tenis. También le puede venir esta condición si trabaja a menudo con los brazos por encima de la cabeza, por ejemplo, electricistas, peluqueros, etc…
Me llama la atención que cada vez nos encontramos más casos en personas que no realizan ningún tipo de actividades ni oficios de este tipo, sino que trabajan sentados demasiadas horas con el ordenador; esto es debido por posición de anterioridad de la cabeza humeral con ligera rotación interna que existe en la mayoría de sujetos, predispuestos por la postura que han de adquirir.
  • Compresión: Esta lesión ocurre por una compresión axial hacia arriba, y el húmero comprime el tendón. Se puede producir comprensión como resultado de una caída, de movimientos incorrectos del brazo y si los músculos del hombro están debilitados.
  • Depósitos de calcio: Se acumula calcio en los tendones y causa irritación e inflamación en el tendón (calcificaciones)
¿Cuáles son los signos y síntomas de la tendinitis del manguito rotador?
El paciente referirá dolor e incluso hinchazón en el hombro, especialmente al levantar el brazo por encima de la cabeza. El dolor puede empeorar después de dormir sobre el hombro afectado y con el tiempo, puede estar presente incluso mientras descansa, despertándole por las noches (dolor nocturno).
También es posible encontrar debilidad muscular (impotencia funcional).

¿Cómo se diagnostica la tendinitis del manguito rotador?
Previamente en la exploración médica y fisioterápica se realizarán una serie de test musculares junto a la palpación que nos darán positivos y nos harán sospechar de este tipo de lesión.
Para completar dicho diagnóstico, serán útiles otras pruebas por imagen:
  • En una radiografía solo vemos tejido óseo por lo que podremos valorar el espacio subacromial y si hay o no la existencia de calcificaciones.
  • En resonancias magnéticas y ecografías valoraremos también tejidos blandos, es decir, veremos el estado del tendón: si hay o no rotura, calcificaciones, inflamación, etc.
¿Cómo se trata la tendinitis del manguito rotador?
  • FISIOTERAPÍA Y OSTEOPATIA: Contribuiremos a posicionar bien esa cabeza humeral mediante la osteopatía partiendo de una buena valoración postural del paciente y trabajando globalmente. Con fisioterapia actuaremos sobre el tendón mediante técnicas manuales (masaje de Ciryax, tratamiento de puntos gatillo, masoterapia, potenciación, etc) y completando el tratamiento con electroterapia: ultrasonidos, TENS, …
  • Tratamiento farmacológico: los antiinflamatorios no esteroideos (AINES) ayudan a bajar la inflamación y calman el dolor. Sin embargo, esto no es suficiente ya que si hay inflamación pero no se hace un buen trabajo de mejora de la postura ni se fortalece dicha musculatura el paciente volverá a recaer; de ahí la recomendación de acudir a un fisioterapeuta.
  • Muchas veces, cuando la lesión está en una fase complicada como pueden ser calcificaciones importantes o roturas, hay que recurrir a los antiinflamatorios esteroideos (infiltraciones) y si el dolor perdura y hay una rotura total entonces habrá que realizarse cirugía.

Si usted padece de este tipo de lesión en FISIOTERAPIA Y OSTEOPATÍA P.MORA estaremos a su disposición para cualquier duda que le surja. Nos adaptamos a usted y contamos con instalaciones y profesionales cualificados para tratarlo. No dude en contactar con nosotros.

martes, 17 de febrero de 2015

Síndrome de la cintilla iliotibial

FISIOTERAPIA Y OSTEOPATÍA EN LA RODILLA DEL CORREDOR: Síndrome de la cintilla iliotibial


Hoy hablaremos de una lesión típica en los corredores: el Síndrome de Fricción de la Banda Iliotibilal o Cintilla Iliotibial, y que por ello se denomina también como la Rodilla del Corredor.

¿Qué es el Síndrome de la cintilla iliotibial?

Se caracteriza por dolor en la zona lateral de la rodilla y se produce por la irritación de dicha región provocada por el deslizamiento repetido entre el tendón de la banda iliotibial y el epicóndilo externo del fémur.

Es una lesión muy común en atletas de fondo, muy limitante por su incapacidad de rodar prolongándose en el tiempo.


Suele comenzar de forma gradual, limitando el tiempo de carrera. El dolor aparece normalmente a partir de unos diez o quince minutos y empeora al ir avanzando el tiempo. Suele empeorar cuesta abajo y a ritmos bajos, porque el roce es mayor y hay más tiempo de contacto entre cintilla y epicóndilo femoral.



Hay factores que favorecen esta lesión:

  • Una pisada incorrecta, sobre todo, la pisada pronadora.
  • Dismetría de miembros inferiores.
  • Desequilibrios musculares: acortamientos de los flexores de cadera o tensor de la fascia lata, o bien por debilidad de los abductores y glúteos.


Diagnóstico:

En la exploración el paciente refiere dolor a la palpación sobre el epicóndilo lateral del fémur. Generalmente encontramos puntos gatillo activos a lo largo de la fascia lata y puede apreciarse cierta rigidez de la misma.

Debemos descartar en el diagnóstico otras lesiones: patología de menisco externo, derrames, condropatía, tendinopatía del bíceps femoral, etc.

Las pruebas de imagen no son fundamentales. Sí es importante que si en la primera exploración fisioterápica se observa una posible dismetría de miembros se pida al paciente recurrir a su médico y solicitar una telemetría de miembros inferiores en bipedestación; con esta prueba podremos valorar y cuantificar dicha dismetría. En casos de diagnóstico dudoso sí ya se deben solicitar otras pruebas como radiografías en carga, ecografía o resonancia magnética.


Tratamiento con FISIOTERAPIA Y OSTEOPATÍA:

El tratamiento es muy efectivo si se inicia pronto y debe prolongarse hasta la desaparición total de las molestias. El paciente debe suspender los rodajes largos y con cuestas abajo y deberá hacer un buen trabajo de musculación. Tampoco es recomendable el entrenamiento con elíptica, bicicleta o natación porque la rodilla realiza un gesto parecido y también molesta. También es importante revisar la pisada y valorar la necesidad de utilizar plantillas para corregir la pronación y la dismetría si es que existen.

La crioterapia (frío local) es muy importante. La fisioterapia debe enfocarse a descargar y estirar la fascia lata y sus músculos relacionados, el tensor, el vasto externo y el glúteo medio. También se realizará punción seca de los puntos gatillo.

A nivel osteopático, es importante ver las adaptaciones debido al desequilibrio muscular, mala pisada y posibles dismetrías. Por ejemplo, en una pierna corta es habitual encontrar un ilíaco anterior (rota anteriormente para alargar), aunque si hubo esguinces antiguos también podrá estar rotado posteriormente (ver artículo publicado anteriormente sobre los esguinces de tobillo), además de la adaptación de pie plano por el mecanismo propio del esguince (caen los huesos escafoides-cuboides). Normalizar dichas fijaciones o adaptaciones favorecerá a normalizar el tono muscular y por tanto quitaremos tensiones.

El corredor debe potenciar la musculatura abductora de cadera, especialmente glúteo medio y tensor de la fascia lata (para estabilizar ya que generalmente encontraremos dicho grupo muscular débil).
La vuelta a la carrera debe ser gradual, mejor con entrenamientos en llano al principio, siendo lo último en conseguirse los rodajes largos y el entrenamiento por terrenos con subidas y bajadas.
La gran mayoría de los pacientes evolucionan bien si se tienen en cuenta todas estas medidas.

En la Clínica de Fisioterapia y Osteopatía P.Mora siempre vamos a ofrecerte un tratamiento personalizado y adaptado a tu lesión. No dude en contactar con nosotros.