jueves, 13 de febrero de 2014

Drenaje linfático manual: ¿qué es y cuando se hace?

Esta semana queremos hablaros del drenaje linfático manual: ¿qué es y para qué sirve?

Photo credit: orekankarrantza / Foter / CC BY-NC-ND

El drenaje linfático manual, técnica de masoterapia englobada en el campo de la fisioterapia se dirige a la "activación del funcionamiento del sistema linfático superficial para mejorar la eliminación de liquido intersticial y de las moléculas de gran tamaño y optimizar su evacuación".

El sistema linfático está considerado como parte del aparato circulatorio porque está formado por los vasos linfáticos, unos conductos cilíndricos parecidos a los vasos sanguíneos, que transportan un líquido llamado linfa, que proviene de la sangre.

¿Qué es la linfa? 

La linfa es un líquido transparente que se produce tras el exceso de líquido que sale de los capilares sanguíneos al espacio intersticial o intercelular, siendo recogida por los capilares linfáticos, que drenan a vasos linfáticos más gruesos hasta converger en conductos (arterias) que se vacían en las venas subclavias.

Cuando hay un aumento de carga linfática por trastornos circulatorios como pueden ser cardíacos, renal, traumatismos, etc… (edema linfodinámico) o cuando hay un aumento de proteínas y líquido intersticial por un fallo linfático (edema linfoestático) es necesario el tratamiento por vía externa para drenar esa linfa estancada y su evacuación normal haca el torrente venoso.

La clave del éxito del drenaje linfático manual está en el drenaje de las proteínas de los edemas linfáticos, que hoy por hoy, no son capaces de drenarse por medios instrumentales (por ejemplo, la presoterapia, que drena sólo líquido intersticial).

Es un masaje suave e indoloro para el paciente que se efectua de proximal a distal para ir “liberando” las zonas más proximales y así, dar facilidad a la evacuación de la linfa a nivel distal.

Además de estar indicado para cualquier tipo de edema también es muy beneficioso en el tratamiento de varices, acné, celulitis, piernas cansadas, hematomas, etc. Actualmente es muy utilizado en el campo de la oncología, sobre todo en cáncer de mama o testicular o prostático (por la extirpación de los ganglios).
Como contraindicaciones, la más importante, son las neoplasias en curso; también no se podrá aplicar en trombosis o flebitis agudas y en infecciones, entre las más destacadas.

Para llevarlo a cabo es necesario un profundo estudio de la anatomía y fisiología del sistema linfático. Por eso es importante asegurarnos de que el profesional que lo lleva a cabo es fisioterapeuta especialista en este método.

En nuestro centro, contamos con fisioterapeutas especializados en dicho método, con Titulación propia de Especialista en Drenaje Linfático Manual, acreditado por la Universidad de Alcalá de Henares de la Comunidad de Madrid.

Para cualquier información no dude en contactar con nosotros, si te ha gustado el artículo no dudes en compartirlo en tus redes sociales.

viernes, 7 de febrero de 2014

Cómo beneficia la fisioterapia y la osteopatía durante el embarazo.

Beneficios de la fisioterapia y la osteopatía en la mujer embarazada.


Os compartimos un artículo que nos parece bastante interesante e ilustrativo de cómo la fisioterapia puede ser bastante beneficiosa para mujeres durante el embarazo. A continuación damos nuestra opinión sobre la entrada que estamos comentado. Después os lo dejaremos para que podáis leerlo tranquilamente.

Efectivamente como se comenta en este articulo la fisioterapia puede ayudar mucho a la embarazada ya que son tantos cambios los que la mujer sufre en tan poco tiempo que pueden aparecer molestias y dolores de todo tipo.

No obstante, además de lo que se comenta en el artículo sobre la fisioterapia, igualmente quiero hablar y explicar brevemente también de los beneficios de la osteopatía, terapia igualmente compatible con el embarazo y con la fisioterapia. Primeramente quiero hacer un pequeño inciso, y es que la osteopatia no es solo el thrust, es decir el "crujimiento" de huesos como vulgarmente lo conocen muchas personas; sino que existen infinidad de técnicas utilizadas en esta metodología, técnicas de tejido blando, las cuales, la mayoría son no invasivas.

No obstante, se puede "crujir" a la embarazada siempre respetando ciertos períodos  como puede ser el primer trimestre que es cuando más riesgo existe de aborto espontaneo. De hecho, entre las semanas 32 y 34 se recomienda a la embarazada de ir al osteópata ya que una sesión a estas alturas del embarazo puede ayudar en el parto puesto que uno de los objetivos de esta sesión es liberar la pelvis, todas las articulaciones que la conforman; esto ayudará a que el parto sea menos doloroso para la madre y menos agresivo para el bebé.

No debemos olvidar también el postparto. Es recomendable volver al fisioterapeuta-osteopata para reequilibrar de nuevo todas las estructuras de la mujer, es decir quitar fijaciones, disfunciones  estructurales y viscerales que han podido quedar en el embarazo y tonificar esa musculatura que ha quedado débil. Es recomendable hacer siempre dichos reajustes.


Y decir también que en las cesáreas es muy importante tratar al cicatriz para evitar adherencias y por tanto futuros problemas causados por estas.

Recordaros que tenemos una promoción especial de tratamientos de fisoterapia y osteopatía para embaradas.




Os dejamos el artículo que hemos tomado como referencia.

Qué papel juega el fisioterapeuta en el cuidado de la mujer embarazada

Cuando una mujer se queda embarazada experimenta, a lo largo de todo el proceso, cambios físicos que van más allá del diámetro de su barriga. Su columna, sus caderas, sus articulaciones y su musculatura, entre otros, se irán adaptando para albergar al bebé y dar a luz posteriormente.

Todas estas modificaciones le provocarán molestias a la futura mamá y los cuidados de un fisioterapeuta le serán de gran ayuda para minimizar los dolores normales del proceso, prepararla para el parto e ir compensando los cambios en su cuerpo.

¿Cómo puede ayudar el fisioterapeuta a la mujer embarazada?

Las caderas se ensancharán gracias a la hormona relaxina, que ablanda la sinfisis del púbis, aumentando el espacio para el paso del bebé en el parto.

Durante el embarazo es normal que este espacio aumente en 2-3 mm, cuando en la situación habitual de ausencia de embarazo suele medir unos 4 ó 5 mm. Si el espacio es de 10 mm ó más, se diagnostica diástasis.

Es normal que esta separación provoque dolor y molestias al caminar, al bajar o subir escaleras, al separar las piernas, en la parte baja de la espalda y del suelo pélvico y en la cara anterior de las extremidades inferiores.

En estos casos, el fisioterapeuta puede actuar, siempre de conformidad con el médico, con técnicas suaves de manipulación articular; hacer uso de la electroterapia, más concretamente los ultrasonidos (no está contraindicado el uso para embarazadas) para disminuir el dolor; masaje para aflojar la musculatura tensa; y el mantenimiento óptimo del tono de los abdominales y el suelo pélvico para evitar la hipermovilidad de la cintura pélvica. La aplicación de frio, el reposo activo y el uso de una faja especial, puede proporcionar un alivio rápido de estas molestias. 

Otros de los cambios que provocan molestias son el crecimiento del pecho y el peso del bebé causando dolores de espalda y/o ciática. En estos casos, el fisioterapeuta mediante masajes, técnicas suaves, estiramientos y consejos sobre higiene postural conseguirá aliviar en gran medida estos dolores.

Es importante también que la mujer se vaya preparando físicamente. Una mujer con un buen fondo aeróbico, una buena musculatura general, principalmente del suelo pélvico, con resistencia muscular y fuerza, gozará no solo de una pronta recuperación, sino de una disminución del tiempo de trabajo de parto y de la posibilidad de evitar que le practiquen una episiotomía o sufrir desgarros.

El fisioterapeuta podrá personalizar a la futura mamá un programa de acuerdo a su estado evolutivo en cada momento y a sus necesidades, donde se engloben ejercicios de tonificación, elasticidad, ejercicios perineales, respiratorios y de relajación, porque también es importante que la mujer tenga bajo control los niveles de estrés. Practicar Pilates o yoga, acudir a las clases de preparto, estirar cada día y andar, también son buenos complementos para estar en forma.

Artículo publicado por Marían Zamora Saborit para GuiaInfantil.com
Fisioterapéuta. Técnico en Pilates
Psicomotricista en Educación Infantil
Colaboradora de GuiaInfantil.com